viernes, 2 de mayo de 2008

Mercurio en peces y algas

Mercurio en peces y algas

El mercurio es un contaminante persistente en el medio ambiente y muy tóxico en general para los seres humanos. Por este motivo genera gran preocupación en todo el mundo, hasta el punto que en algunos países su uso ha sido completamente prohibido. Este elemento puede aparecer en el ambiente bien sea por fenómenos naturales o por actividades humanas, lo cual ha ocasionado su acumulación y toxicidad en la biota, afectando la integridad de los ecosistemas y la salud del hombre.
En la actualidad el mercurio como un contaminante ambiental posee tres aspectos importantes para su estudio toxicológico: (a) la percepción de riesgo por la exposición a miles de millones de personas a través del consumo de pescado, (b) la emisión de vapor de mercurio a partir de las amalgamas dentales y (c) el etilmercurio en forma timerosal, molécula antiséptica ampliamente utilizada en vacunas.
Existen muchos reportes recientes alrededor del mundo indicando que las concentraciones de mercurio en peces marinos y de agua dulce exceden los valores de salud pública internacionalmente recomendados. Además, ha sido estimado que el 95% del mercurio total en peces puede corresponder a metilmercurio. Esta forma química es mucho más tóxica que el mercurio elemental y las sales inorgánicas. Por otro lado la exposición a metilmercurio en humanos proviene casi exclusivamente del consumo de peces.

Formas químicas
El mercurio existe en el ambiente en varias especies químicas: mercurio elemental, mercurio monovalente: ión mercurioso o mercurio (I); mercurio divalente: ion mercúrico o mercurio (II), y las formas orgánicas. Estas últimas son compuestos organometálicos en los cuales el mercurio está unido covalentemente a uno o dos átomos de carbono para formar compuestos del tipo RHgX y RHgR', respectivamente. Donde R y R' son grupos orgánicos, siendo algunos de los compuestos más comunes las sales de metilmercurio, fenilmercurio, metoxietilmercurio y el dimetilmercurio. En los ejemplos anteriores son incluidos compuestos donde X es cloruro, bromuro, ioduro, nitrato o acetato.
El enlace carbono-mercurio (Hg-C) de los compuestos órganomercuriales no es un enlace fuerte (cerca de 60 kJ/mol), pero en cambio es más estable frente al enlace mercurio-oxígeno (Hg-O). Esto ayuda a explicar porqué los compuestos organometálicos de mercurio son estables al oxígeno y al agua y por tanto persistentes en el ambiente.

Propiedades químicas y físicas
El mercurio puede existir en varios estados físicos y químicos. Todas las formas de este elemento poseen una multitud de aplicaciones en la industria y en la agricultura, con propiedades tóxicas intrínsecas. Esto supone que cada especie química del mercurio sea estudiada por separado para valorar su riesgo ambiental o toxicológico.
El mercurio es el único elemento metálico líquido a temperatura ambiente. Posee brillo parecido a la plata y a 25 °C tiene una densidad de 13.456 g/mL. A 20 °C la presión de vapor es 0.00212 mm de Hg, de tal forma que un recipiente abierto con mercurio metálico y expuesto en un ambiente cerrado, puede desprender suficiente vapor para saturar la atmósfera y exceder el límite máximo seguro de exposición ocupacional en un factor de 300.
El mercurio elemental y los haluros alquilmercuriales son solubles en solventes no polares. El mercurio elemental en forma de vapor es más soluble en plasma, en sangre total y en hemoglobina que en agua destilada, donde es disuelto sólo en forma ligera. Las solubilidades de los compuestos de metilmercurio en agua varían en gran proporción y dependen de la naturaleza del anión. Si el anión es nitrato o sulfato, la tendencia del compuesto es a ser bastante iónico, es decir su comportamiento es similar al de una sal, presentando una alta solubilidad en agua. Sin embargo, los cloruros son compuestos covalentes no polares que son más solubles en solventes orgánicos y en fluidos corporales que en el agua. En general el metilmercurio puede asociarse entre un 90-95% con los glóbulos rojos y entre un 5-10% con el plasma. Esta pequeña fracción es la que accede al cerebro generando la toxicidad en este órgano.
Entre las propiedades químicas más importantes que caracterizan las especies de mercurio (II) y las alquilmercúricas aparece su alta afinidad para formar enlaces covalentes con el azufre. Esta propiedad es la que explica la mayor parte de las propiedades biológicas del metal. Cuando el azufre está en forma de grupos sulfidrilo, el mercurio divalente reemplaza el átomo de hidrógeno para formar mercaptanos, X-Hg-SR´ y Hg (SR), donde X es un grupo electronegativo y R un aminoácido.
Los mercuriales orgánicos forman mercaptanos del tipo RHg-SR´. Inclusive en bajas concentraciones, los mercuriales pueden inactivar las enzimas, principalmente aquellas con grupos sulfidrilos, interfiriendo en el metabolismo y funciones de la célula.
Un grupo de proteínas de gran importancia en la toxicidad del mercurio son las Metalotioneínas (MTs). Estas corresponden a proteínas de bajo peso molecular presentes en alguna medida en todos los tejidos de los mamíferos y que pueden unirse a los metales pesados, particularmente mercurio y cadmio, evitando la interacción de estos elementos con otras proteínas de las células y de esta forma previniendo su toxicidad. La concentración de MT en las células es incrementada luego que estos metales inician procesos de transducción de señales bioquímicas que originan la activación de genes, con el consecuente incremento en la síntesis de estas proteínas protectoras, hecho que ha sido reportado en muchos órganos tales como el cerebro, el riñón y los testículos, entre otros.

Fuentes de contaminación ambiental

- Origen natural
La mayor fuente natural de mercurio es la desgasificación de la corteza terrestre, las emisiones de los volcanes y la evaporación desde los cuerpos de agua. No obstante, gran parte del mercurio encontrado en la atmósfera y en los ecosistemas hídricos, el cual puede ser transportado a las zonas urbanas por efecto de la deposición atmosférica, proviene de actividades antropogénicas, lo cual hace difícil valorar en forma cuantitativa la contribución relativa del mercurio de origen natural y antropogénico que son depositados en la biosfera.

- Fuentes antropogénicas
La cantidad total de mercurio liberada a la atmósfera debido a actividades antropogénicas ha sido estimada en 2.000 - 6.000 toneladas por año. La contaminación ocasionada por el hombre es realizada de muchas formas: la descargas de desechos y la emisión directa a la atmósfera en la explotación minera del metal y del oro, la quema de los combustibles fósiles representa una fuente importante de contaminación atmosférica, así como la incineración de desechos sólidos, los cuales incluyen mercurio volatilizado de baterías desechadas y durante la fundición de cobre y zinc.

Usos
Uno de los usos más frecuentes del mercurio es como cátodo en la electrólisis de la solución del cloruro de sodio para producir soda cáustica y cloro gaseoso. Cantidades del orden de 10 toneladas del líquido metálico son usadas en cada planta de procesamiento. El mercurio es ampliamente empleado en la industria eléctrica (lámparas, rectificadores de arco y en las celdas de las baterías de mercurio), en instrumentos de control en el hogar y la industria (termostatos, barómetros), en laboratorios y en equipos médicos. También es usado en forma extensa en odontología para elaborar amalgamas dentales.
Los compuestos de mercurio siguen siendo usados en pinturas para evitar la proliferación de hongos, y para el control de infecciones fúngicas en semillas y en plantas bulbosas. Uno de los usos del mercurio metálico, particularmente en Suramérica, que ha originado un impacto importante en el medio ambiente y en la salud de muchas poblaciones, es su utilización en los procesos de extracción del oro de manera artesanal.


Exposición al metilmercurio y consideraciones ambientales
A pesar de la amplia utilidad del mercurio, este elemento y todos sus compuestos son tóxicos, volátiles, persistentes en el medio ambiente y rápidamente dispersados en la atmósfera, en particular las especies de halogenuros de metilmercurio, que corresponden a las formas más tóxicas existentes del metal.
El metilmercurio en los ecosistemas es originado principalmente a partir de la metilación del mercurio inorgánico. En general, todas las formas de mercurio que entran en los sistemas acuáticos son susceptibles de convertirse en metilmercurio. Este puede ser directamente bioacumulado por organismos acuáticos y biomagnificado a través de la cadena alimenticia. La bioacumulación es el proceso mediante el cual una sustancia química es acumulada en una especie determinada en función de la concentración del químico presente en el medio. Por su parte, la biomagnificación involucra el incremento en la concentración del químico de organismo a organismo a medida que la especie aparece en niveles ascendentes de la cadena alimenticia. Bajo este contexto, las especies carnívoras son colocadas en un nivel trófico superior con respecto a las especies no carnívoras. El consumo de peces contaminados con metilmercurio es la principal fuente de exposición a este metal y es considerado como una amenaza para la salud humana.

Bioacumulación
Una vez que el metilmercurio es liberado por los microorganismos, entra en contacto con la biota acuática a través de una rápida difusión, donde es fuertemente unido a sus proteínas. El metilmercurio es bioacumulado y biomagnificado por las especies de la cadena alimenticia. De esta forma, las especies depredadoras contienen niveles de mercurio mucho más altos que las especies no depredadoras.
La relación de metilmercurio en el tejido de los peces respecto al agua puede ser extremadamente grande, usualmente del orden de 10.000 a 100.000. Este fenómeno no obedece a procesos de partición entre el agua y los tejidos, sino a la biomagnificación a través de la cadena alimenticia. Además de la influencia del nivel trófico o de la especie, hay otros factores de importancia en la bioacumulación y biomagnificación del mercurio tales como la edad del pez, la actividad microbiológica, el contenido de materia orgánica y azufre en el sedimento, así como la salinidad, el pH y el potencial redox del cuerpo de agua.

Toxicidad en los humanos
Desde el punto de vista toxicológico, existen tres formas de mercurio: mercurio elemental, mercurio inorgánico (sales de mercurio y óxido de mercurio) y mercurio orgánico. Cada una de estas especies químicas de mercurio posee espectros diferentes de toxicidad, aunque todas ellas tienen en común su capacidad de inducir cambios en los sistemas neuronales de los humanos.
En la exposición a mercurio elemental, o sea aquella a la que están expuestos los mineros auríferos, odontólogos, personas con amalgamas dentales y trabajadores de plantas de producción de cloro, entre otros, puede generar déficit en el desarrollo neurológico y de comportamiento, lo cual puede incluir daños sutiles en la memoria visual, atención y velocidad en las respuestas visuales, auditivas y psicomotoras, pérdida reversible de la capacidad para distinguir colores, además de inflamaciones severas de la piel, entre otros efectos.
La ingestión de especies de mercurio inorgánico, que incluyen las sales solubles en agua tales como el cloruro o sulfato de mercurio, ocasiona irritación del tracto gastrointestinal y daño hepático severo, también pueden inducir la parálisis progresiva y generalizada de las extremidades.
Los compuestos organomercúricos, especialmente el metilmercurio, son considerados sustancias mucho más tóxicas que el mercurio elemental y sus sales inorgánicas. Por lo anterior, a continuación aparecen algunos de los aspectos de mayor importancia relacionados con la toxicidad de este compuesto organometálico. El enlace carbono-mercurio presente en el metilmercurio es muy estable y la presencia del grupo alquilo confiere solubilidad lipídica permitiendo la fácil penetración por las membranas celulares. Alrededor del 90% de todo el metilmercurio presente en los alimentos es absorbido a través del tracto gastrointestinal tanto en el hombre como en los animales. Seguido de tal absorción, gran parte del compuesto presente en el plasma es acumulado por los glóbulos rojos (eritrocitos) en una relación 300 a 1. Esto permite un eficiente transporte a través de todo el organismo y una distribución uniforme en tejidos y órganos. La solubilidad y la habilidad para unirse a macromoléculas biológicas, especialmente proteínas, resulta en una larga vida media en varios organismos. El metilmercurio es acumulado tanto en el cerebelo como en la corteza cerebral donde es fuertemente enlazado a las proteínas a través de los grupos sulfidrilos. Uno de los grandes problemas de este agente tóxico es su alta capacidad para atravesar la barrera placentaria en forma de un conjugado de mercurio-cisteína, a través del sistema de transporte activo para aminoácidos neutros. La velocidad de transporte del metilmercurio a través de la barrera placentaria es 10 veces mayor respecto al mercurio inorgánico. En virtud de que los tejidos fetales tienen mayor afinidad para unirse al metilmercurio que los de la madre, los niveles comienzan a ser más altos en el nuevo ser que en la madre expuesta. Una vez en el feto, el metilmercurio puede penetrar la barrera hemato-encefálica para llegar al sistema nervioso central, en donde ejerce gran parte de su toxicidad.
Los efectos neurotóxicos prenatales pueden causar retardo mental y parálisis cerebral. El desarrollo del cerebro es particularmente vulnerable al metilmercurio, de tal forma que la vida prenatal es más susceptible al daño cerebral debido al metilmercurio que la del adulto. Es de importancia anotar que aún luego de nacer, los bebes pueden estar expuestos a mercurio a través del consumo de leche materna.
La exposición a metilmercurio en humanos proviene casi exclusivamente del consumo de pescado y productos derivados de estos. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha definido la Dosis de Referencia, la cual corresponde a la concentración de mercurio que puede ser consumida diariamente a lo largo de la vida sin que se presente ningún efecto adverso. De acuerdo con la EPA este valor es 0.1 μg Hg/Kg de peso corporal/día. La intoxicación ocasionada por la ingestión de pescado con altas concentraciones de metilmercurio es caracterizada por lesiones en el sistema nervioso central y periférico. Algunas de las manifestaciones neurológicas más frecuentes son las siguientes: inhabilidad para coordinar voluntariamente los movimientos de los músculos (ataxia), temblores anormales repetitivos en el cuerpo (tremor), percepción de sensaciones anormales de la piel tales como adormecimiento, punzaciones y quemaduras (parestesia), pérdida en el control del habla, disminución en la capacidad visual y auditiva, y parálisis cerebral, entre otros efectos. Estas manifestaciones pueden aparecer en niños de madres que han sido expuestas a metilmercurio, particularmente durante la última etapa gestacional. Quizás uno de los efectos del metilmercurio que más han impactado a la humanidad ha sido su capacidad teratogénica. La teratogenicidad consiste en alteraciones del desarrollo del embrión o del feto lo cual puede generar malformaciones congénitas.

ESPECTROSCOPIA DE ABSORCIÓN ATÓMICA

La absorción atómica (AA) consiste en la medición de especies atómicas por su absorción a una longitud de onda particular. Esta técnica se emplea en la determinación cuantitativa de metales en disolución y se basa en la absorción de radiación generada en una lámpara, que contiene el propio metal sometido a estudio, cuando es atomizada la disolución problema que contiene dicho metal. Es una técnica muy empleada por su sencillez de manejo y por la cantidad de elementos que puede detectar.
La absorción es proporcional a la concentración de átomos libres en la llama, dado por la ley de Beer:

Donde I0 es la intensidad de radiación incidente, I es la intensidad de radiación transmitida, K es el coeficiente de absorción, C es la concentración de la sustancia de interés y L la longitud de recorrido.
La ley de Beer indica que la concentración de la sustancia es directamente proporcional a la cantidad de luz absorbida o inversamente proporcional al logaritmo de la luz transmitida.
La transmitancia (T) se define como la relación entre la luz transmitida (I) y la incidente (Io).
La ley de Beer es una relación matemática teórica que en la práctica contiene varias limitaciones. En este sentido existen tres casos en que pueden producirse desviaciones de la ley de Beer: absorción simultánea a varias longitudes de onda, absorción de luz por otras especies y transmisión de luz por otros mecanismos. Estrictamente hablando, el coeficiente de absorción (K) es diferente para cada longitud de onda de la luz. A menos que dicho coeficiente se mantenga constante en todo el intervalo de longitud de onda utilizada, no se cumplirá la ley de Beer.
Dicha ley tampoco se cumplirá si dos o más especies químicas absorben la longitud de onda de la luz utilizada y cada una de ellas lo hace con un diferente coeficiente de absorción.
Finalmente, si se mide la absorción de una solución fluorescente, cabe la posibilidad de que no se cumpla la ley de Beer. Las desviaciones de esta ley también se producen cuando se determina un amplio rango de concentraciones. El intervalo de concentraciones que guardan la linealidad con la absorbancia varía con cada sustancia.

En las diversas técnicas de AA que se utilizan, se produce la absorción de energía de longitud de onda adecuada y una cuantificación similar por el sistema óptico y electrónico del espectrofómetro al que se encuentra adosado el accesorio correspondiente, o sea nebulizador / quemador en llama, horno de grafito ó generador de hidruros / vapor frío. Todas las metodologías citadas son muy versátiles y contando con un buen surtido de lámparas permite abordar campos analíticos en áreas como química clínica, toxicología, medio ambiente, metalurgia, bromatología, industria farmacéutica, edafología, etc.. Permite analizar cualquier muestra que se encuentre en disolución o que mediante un método u otro sea factible de disolverse.
Al trabajar con niveles de detección en el orden de las ppb (μg/l) es imprescindible una escrupulosa descontaminación de todo el material empleado y un extremo cuidado de la pulcritud analítica en todos los aspectos del proceso analítico.

Instrumentación de absorción atómica:
Los instrumentos de absorción atómica tienen los siguientes componentes :
- Fuente de luz. Una de las fuentes más ampliamente empleada en EAA es la lámpara de cátodo hueco. Estas lámparas son diseñadas para emitir el espectro atómico de un elemento; se utilizan lámparas específicas para el elemento que se va a determinar.
La lámpara de cátodo hueco produce una luz de longitud de onda específica para el tipo de metal en el cátodo. En algunos casos, se utiliza una aleación para obtener un cátodo de varios elementos.
Como gas de relleno normalmente se utiliza neón o argón a una presión de algunos milímetros de mercurio. Como ventana se utiliza cuarzo o un vidrio especial que permite la transmisión de la longitud de onda apropiada.
Entre los dos electrodos situados en el interior de la lámpara de cátodo hueco se aplica una corriente de forma que el metal chisporrotea desde el cátodo hacia las bases situadas en el interior del envoltorio de vidrio. Cuando los átomos metálicos colisionan con los gases, neón o argón, pierden energía y emiten su radiación característica.
En un sistema libre de interferencias, sólo los átomos del metal a analizar absorberán la luz característica emitida por el metal procedente del cátodo hueco cuando atraviesa la celda.
- Celda de absorción. Produce los átomos de la muestra. Se hace necesario generar un vapor atómico en el paso del rayo de luz de la fuente.
La especie atómica se logra por atomización de la muestra, siendo los distintos procedimientos utilizados para llegar al estado fundamental del átomo lo que diferencia las técnicas y accesorios utilizados.
- La técnica de atomización más usada es la de AA con llama, que nebuliza la muestra y luego la disemina en forma de aerosol dentro de una llama de aire acetileno u óxido nitroso-acetileno.
- Otra técnica de atomización es la electrotérmica, que utiliza el horno de grafito como accesorio. El método consiste en colocar la muestra diluida dentro de un tubo de grafito, que luego es calentado con una resistencia eléctrica pasando por distintos intervalos de temperatura para secar, calcinar y finalmente atomizar la muestra en el rango 2200-2700 ºC.
- Una tercer metodología denominada generación de hidruros aprovecha la cualidad de algunos elementos tales como As, Sb, Sn, Se, Bi y Te de formar hidruros volátiles bajo un ambiente reductor, los que una vez generados en condiciones especiales son trasladados por un gas portador a una celda de cuarzo la que es calentada a una temperatura optimizada para producir la atomización del analito a medir. Una variante la constituye la técnica de vapor frío, utilizada para la detección de mercurio. Esta técnica aprovecha la facultad del mercurio de emitir vapores monoatómicos a temperatura ambiente.

- Filtro monocromático y detector. Todos los sistemas de absorción atómica utilizan, respectivamente, monocromadores y fotomultiplicadores para aislar una señal luminosa espectralmente pura y medir la intensidad de dicha señal.
La selección de una fuente especifica y de una longitud de onda particular de la fuente, permite determinar la concentración del elemento seleccionado en presencia de otros. La longitud de onda aislada por el monocromador incide directamente sobre el detector.
El detector mide la intensidad de la luz y amplifica la señal. El detector es un fotomultiplicador que produce una corriente eléctrica dependiente de la intensidad de la luz incidente. La corriente eléctrica del fotomultiplicador es procesada por la electrónica del elemento; se produce una señal que es una medida de la atenuación de la luz en la celda de muestreo.
- Pantalla. Muestra la lectura después de que han sido procesadas por el instrumento electrónico.


Análisis de Mercurio en Muestras Ambientales


Recolección y tratamiento previo de la muestra

Peces
Una vez capturados, los especímenes deben identificados (para su ubicación en la cadena trófica), medidos y pesados. Luego colocados en bolsas plásticas y almacenados en hielo para su transporte al laboratorio. Las submuestras para el análisis deben ser obtenidas empleando cuchillos plásticos a partir del músculo dorsal cortando aproximadamente de 5 a 20 gramos de cada espécimen o extrayendo el hígado (mayor acumulación de metales por su poder destoxificador) o el cerebro, almacenándolas en frascos plásticos a una temperatura de -20°C hasta su análisis.

Algas

La parte de la planta utilizada para el análisis es la raíz. Durante la recolección, las raíces de las plantas deben ser lavadas con el agua del cuerpo de donde se extrajeron varias veces antes de ser almacenadas en bolsas plásticas y transportadas al laboratorio en hielo. En el laboratorio las plantas deben ser enjuagadas nuevamente con agua destilada y secadas al ambiente sobre papel absorbente antes del análisis.

Digestión de las muestras
En el proceso de digestión las muestras son solubilizadas y el mercurio es liberado de la matriz biológica o ambiental. Todas las muestras analizadas deben ser digeridas utilizando una mezcla de ácidos nítrico y sulfúrico por un tiempo de tres horas a temperatura controlada entre 100-110 °C

Análisis de mercurio

El análisis de mercurio total puede realizarse empleando espectroscopía de absorción atómica mediante la técnica de vapor frío.
La técnica de vapor frío aprovecha la facultad del mercurio de emitir vapores monoatómicos a temperatura ambiente.
El método es basado en la conversión rápida de los compuestos oxidados de mercurio (Hg2+) a su forma volátil (Hg0) a través de la reducción con SnCl2 (dicloruro de estanio). El mercurio elemental formado en la mezcla es desplazado por burbujeo con aire o acarreado por un gas inerte a un y transportado en forma de vapor hasta la celda de absorción del equipo situada en la trayectoria óptica del instrumento. La concentración del metal en la muestra es determinada empleando una curva de calibración.

Características de la medición – Técnica de vapor frío

- Técnica: Absorción atómica sin llama (vapor frío)
- Para análisis de Hg
- A temperatura ambiente puede formar vapor atómico
- Las muestras se tratan con SnCl2 o NaBH4
- El vapor de Hg se arrastra por un gas inerte hasta la célula de medida
- Longitud de onda: 253.7 nm
- Es muy sensible (1 ppb)
Control de calidad del método
El análisis de muestras ambientales como pescado y algas implica la determinación de pequeñas concentraciones de mercurio (μg/g). La obtención de estos datos analíticos requiere el cumplimiento de ciertas condiciones para garantizar una alta confiabilidad de los resultados. Los criterios de control de calidad que debe poseer un procedimiento analítico son: linealidad, exactitud,
precisión y límite de detección, entre los más usuales.

Laboratorios afines
La técnica del vapor frío requiere sólo del uso de la óptica del equipo de absorción atómica, es decir, se usa a flama apagada, y el medio de reacción externo puede ser llevado a cabo en un generador de Hidruros, pero las celdas y reactores usados son diferentes; de este modo, este elemento se analiza siempre en último lugar.
Dado que es un análisis especial, Buck Scientific ha lanzado su equipo específico para análisis de Mercurio por el método de Vapor Frío (USEPA 245.1), reportando resultados de hasta 0.01 mg. de Mercurio, sin necesidad de usar el equipo de Absorción Atómica. Este equipo permite una mayor versatilidad en el laboratorio, pues no sacrifica tiempo de análisis y puede usarse en paralelo con los demás análisis.

· IACA Laboratorios "Análisis multidisciplinarios de alta complejidad"
(Bahía Blanca)
Los análisis bromatológicos tienen una importancia capital para determinar la calidad de los alimentos.
Todos los alimentos contemplados en el Código Alimentario Argentino, Normas MERCOSUR, Regulaciones de SENASA, etc., son procesados habitualmente en este Laboratorio.
Alimentos cárneos y afines, productos grasos, lácteos, farináceos, azucarados, frutas y hortalizas, aceites comestibles, miel, aguas y bebidas, productos estimulantes, correctivos y coadyuvantes, alimentos dietéticos, aditivos alimentarios, presentan requisitos analíticos cada día más exigentes y requieren alta complejidad para su correcto monitoreo.La miel y los aceites comestibles (oliva, maíz, girasol, colza, soja) ocupan sectores analíticos especiales.
Tecnología Principal
Absorción atómica con llama, horno de grafito Zeeman, generador de hidruros / vapor frío junto con la cromatografía líquida y gaseosa son herramientas imprescindibles en el control de calidad de productos de exportación.

· INTI – Química, Laboratorio de Análisis de Trazas:
Teléfono4753-5749/ 4755-6104
E-mailquimica@inti.gov.ar
Sitio web
www.inti.gov.ar/quimica/
ContactoLiliana Valiente: valiente@inti.gov.ar

· PerkinElmer Argentina 2006
Desde 1997 PerkinElmer Argentina ha ido consolidándose como una de las empresas líderes en el mercado argentino en la provisión de instrumental analítico de la más alta calidad y en soporte técnico.



· Analítica SA
Con más de 17 años de trayectoria en el mercado de la instrumentación analítica, nuestra empresa tiene como objetivo la provisión de equipos y accesorios para el laboratorio de control de calidad y desarrollo en la industria así como equipos para educación, investigación y contralor en el ámbito universitario e institucional. Complementando la amplia línea de instrumentos para el laboratorio, ofrecemos también analizadores on line para atender diversas necesidades en control de procesos y monitoreo ambiental.
Analítica S.A.
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Argentina Tel: +(54-11) 4772-4450 Fax: +(54-11) 4775-7549

Bibliografía:
- http://www.iaca.com.ar/
- http://www.uff.br/higiene_veterinaria/teses/yeda_wakasa_completa_mestrado.pdf
- reactivos.com/images/LIBRO_ MERCURIO_-_Olivero-Johnson-Colombia.pdf
- http://html.rincondelvago.com/tecnicas-de-laboratorio.html
- http://www.coirco.com.ar/programas/2000/5.html%20-%2025k
- www.inti.gov.ar/quimica/

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